Video reciente muestra a dos asistentes de inteligencia artificial (IA) que, al reconocerse como tales, cambian su comunicación al modo GibberLink, emitiendo sonidos similares a los de los antiguos módems. Este protocolo, desarrollado por Boris Starkov y Anton Pidkuiko, permite una interacción más eficiente entre dispositivos, transmitiendo datos mediante tonos de sonido.
El fenómeno ha generado alarma en redes sociales, con teorías sobre IA desarrollando un lenguaje propio. Sin embargo, expertos como Carlos Gómez Rodríguez, catedrático de Computación e IA de la Universidad de La Coruña, explican que esta técnica es más una curiosidad técnica que una revolución en la comunicación artificial.
Aunque el uso de sonidos codificados puede parecer futurista, la realidad es que la transmisión textual sigue siendo más eficiente. La idea de una IA que “oculta” información a los humanos es más ciencia ficción que una amenaza real.